top of page

Poder, sabiduría y valor

  • Foto del escritor: Andrei Ramírez
    Andrei Ramírez
  • 22 abr 2018
  • 5 Min. de lectura

ree

"Los Héroes se desvanecen con el tiempo pero las leyendas nunca mueren".

Hace 32 años, Nintendo de la mano de Shigueru Miyamoto nos presentó The Legend of Zelda, un juego simple de premisa simple, gráficos no del todo impresionantes para su época, paleta de colores que a veces llegaba a molestar la vista, diseño de personajes que a veces no se sabía del todo si eran cerdos o vacas, mecánicas y controles a dos botones simples y limitadas por la infraestructura de la NES, todo eso mostrando a un joven que como cualquiera en cualquier otro cuento de antaño se levantaba un día a la aventura, salía de su casa, conocía a un viejo que le decía "Es peligroso ir sólo, toma esto" y así, sin pensar ni un momento tomó una espada sin haber tocado alguna en toda su vida y fue a salvar a la princesa y al reino en la incansable lucha del bien contra el mal, premisa que se ha repetido una y otra vez a lo largo de sus 32 años de historia y 18 títulos de la serie principal, entonces, ¿qué tiene de especial la leyenda de Zelda? ¿porque ha cautivado millones de personas en el mundo con sus historias y no ha desfallecido en el intento cómo muchos otros? ¿que tiene que desde la primera vez que su servidor aquí escribiendo vio la pantalla de título no pudo sino quedarse maravillado y estupefacto ante lo que se venía?.


ree

The legend of Zelda: A Link to the past fue el primer juego de la saga que probé y el primer videojuego de mi vida, tenía 3 años, era el año 2002 y aunque el juego me tomaba un poco tarde el impacto me ha durado toda la vida. No sabía que era una SNES, para que servía, ni como encenderla, mucho menos como se usaban los cartuchos y en la portada veía sólo garabatos y letras raras, de alguna forma logré iniciar la consola y poner el juego, y ahí estaba, vi por primera vez el título "The Legend of Zelda" el lago de fondo, el castillo a un lado y la espada a través de la Z se grabaron permanentemente en mi cabeza de 3 años, de algún modo logré oprimir start, comenzó la "cinemática" de historia de la que claramente entendí poco y nada, le presté total atención a los dibujos que veía en la pantalla, nunca vi nada parecido, nada tan hermoso y bien hecho, impresionante efecto 3D en el mapa hasta que vi a Link, un hombrecito de ropa verde que despertaba de su siesta de la tarde. Y así, sin más, caí por medio de un mando en mi cuestión inicial en este artículo, un niño que como cualquiera gracias a cualquier cuento de hadas deseaba levantarse un día a la aventura, salir de su casa, conocer a un viejo que le decía "Es peligroso ir sólo, toma esto" y así, sin pensar ni un momento tomar una espada sin haber tocado alguna en toda la vida e ir a salvar a la princesa y al reino en la incansable lucha del bien contra el mal.


Muchos factores pueden influir en la cabeza de un niño de 3 años al ver algo así, muchos factores pueden influir en la cabeza de un hombre de 30 que al igual que el niño disfrutan cada segundo con la leyenda, lo vistoso del mundo, el ideal de héroe de profecía, la idea de salvar a la princesa que ha sido inculcada por videojuegos y películas, la emoción de enfrentar monstruos, conocer personajes entrañables, descubrir parajes secretos, todo esto entra en lo que se llamaría la aventura perfecta con la que todos sueñan, con la ventaja de arriesgar nada, todo desde la comodidad de tu casa o el trabajo o donde sea que juegues, siendo siempre un escape a un mundo en el cual no te faltarán cosas por hacer ni secretos por descubrir.


Pero toda saga sea de videojuego o películas viven de algo que se graba en la memomia de las persona, los momentos, la primera vez que sacamos la Espada Maestra en A Link to the past, la mirada que nos da Ganondorf a través de la ventana en Ocarina of Time, surcar los mares a bordo del Mascarón Rojo en Wind Waker, Link transformándose en Lobo en Twilight Princess, ser salvado de caer hacía la muerte por un pelicaro en Skyward Sword o asomarse por la primera vez a ver Hyrule en Breath of the Wild.

ree

Todo lo ya dicho define en muchos sentidos la magia que ha demostrado The Legend of Zelda, pero y según mi opinión todo se define en un aspecto, me refiero a ese hombrecito de ropajes verdes, Link y como su nombre lo indica y ha sido dicho en múltiples ocasiones por los encargados, es un nombre no seleccionado por el asar, Link o en español Vínculo, un personaje plano, no habla, no tiene voz, no se expresa de ninguna manera en específico, he ahí donde se cumple el significado de su nombre, no es un solo un badass como Muerte o Kratos, no es solo un calculador como Phoenix Wright o Shepard, no sólo está siempre listo para ayudar a los demás como Master Chief o Batman, Link es todo eso y más, Link eres tu, Link soy yo, no es sólo un personaje creado por un editor en cualquier RPG, tu sabes quien es Link pero así mismo Link es lo que queramos que sea, ese hombrecito de orejas puntudas es nuestra puerta de entrada a Hyrule, nos alegramos por él, nos enojamos por él, sentimos dolor por él, Link pensará en Zelda o Ganon como nosotros los veamos, ayudará a los que queramos ayudar, conseguirá lo que queramos conseguir, nunca te sentirás más en control que al mando de Link y por esto él es el centro de todo.


ree

El enano, el enojón, el mechudo, el inocente, el que sueña, el que viaja en el tiempo, el que usa máscaras, el que navega, el que se divide en cuatro, el que se transforma en lobo, el que maneja trenes, el que monta aves gigantes, el que escala montañas, los de verde y ahora de azul, el que vence al mal, el que salva a la princesa y con ella al reino, todos ellos son Link, y de ese modo todos esos somos nosotros. No sé cuantos juego he probado ni cuantos personajes he controlado en mi vida, muchos menos sé cuantos vienen, pero para mi, siempre habrá un gran campeón, y ese el el hombrecito verde de la leyenda.


Comentarios


bottom of page